EN BUSCA DEL DULCE ABSOLUTO

martes, 31 de agosto de 2010


Todo el mundo busca placer, pero en realidad buscan la bienaventuranza divina, todos buscan DIOS. Las escrituras mas antiguas y las almas mas perfectas nos dicen que el señor es sat-cit-ananda por naturaleza: Él es eterno, lleno de conocimiento y de éxtasis.


Pero en este mundo todo es exactamente lo opuesto, como un reflejo lejano. Tanto este mundo como sus habitantes son creados temporalmente para facilitar la evolución de las almas hacia la perfección. Sin embargo, en la actualidad ellos carecen de conocimiento trascendental, siempre están llenos de ansiedad y no han obtenido una gota de felicidad verdadera.


El ser humano de hoy busca poder y conocimientos materiales, los cuales no serán de ayuda alguna en el momento de la muerte, y erróneamente piensan que el placer de este mundo es eterno. No pueden discriminar, difereciar lo eterno de lo temporal.

En verdad, el alma tambien es parte de DIOS y; aunque en ínfimo grado, posee las mismas cualidades del señor. es eterna, inmutable y nunca muere cuando el cuerpo muere. es permanente e independiente de este cuerpo material, de la mente y de la inteligencia....




No obstante, cuando está separada de su Divino señor y sus asociados, es como un pez fuera del agua; su condicion se vuelve temporal, cambiante, y su conocimiento limitado. Su mente se contamina con el poder ilusorio de este mundo y su inteligencia se torna escasa y defectuosa por la arrogancia de su falso ego. Con estas facultades tan limitadas, busca los placeres de este mundo.