PENSAMIENTOS PODEROSOS

lunes, 11 de enero de 2010


Los pensamientos son los pilares de nuestra existencia, personalidad y creencias. Si podemos cambiar nuestras creecias , automáticamente los pensamientos van a cambiar mi modalidad. A donde mi energía va, mi atención y mis pensamientos también van.


Nuestras creecias producen los pensamientos, a su vez ellos originan nuestro comportamiento y finalmente los resultados. entonces, podemos mejorar nuestra calidad de vida al mejorar la naturaleza de nuestros pensamientos a través de la potencia de nuestras creencias; porque un hombre está hecho de lo que él cree.


Existen diferentes manifetaciones de la Divinidad, pero a nosotros sólo nos concierne la manifestación del amor, el origen de todos los orígenes, el Señor de todo cuanto exíste. El más elevado principio en este mundo es el amor. El principio más atractivo es el amor, el encanto y la belleza. De manera que nos concentramos en estos aspetos del Absoluto y no en el aspecto todopoderoso, omnisciente, que lo conoce todo. Concideramos tales cualidades como externas e imponentes. Queremos una relación de amor en el cual tengamos reciprocidad con Él. Él nos está buscando, nos busca mucho mas intensamente que nosotros a Él.


Dogma, dogmático, pragmático, son conceptos propuestos por los ateos, no por los devotos. Por ejemplo, los ateos dicen que las escrituras son dogmas, pero en realidad son verdades reveladas. Debido a que los ateos no pueden comprobar los diferentes preceptos, las diversas revelaciones, los tildan de dogmas; pero son verdades reveladas. Verdades que descienden. En las prácticas iniciales, aquel que practica las proposiciones de la verdad revelada evoluciona de manera subjetiva. Por algún tiempo, cuando se incrementa la fe, comienza a saborear estas verdades, desarrolla un gustto por ellas. En ese momento el concepto de lo dogmático desaparece de su mente.


Uno es el creador de su propio destino, porque a cada instante de su vida está invitando ese destino. Por eso, el devoto inquiere continuamente, " ¿Dónde está el señor de mi vida?" A cada instante el devoto invita al Señor para que venga, no puede vivir más tiempo sin su Señor. Esa devoción es irresistible, uno no puede negársele a ella.
(pensamientos poderosos para su perfección)